El protagonista y narrador de esta historia se empotra contra el descapotable de una irritante ejecutiva un lunes a las ocho de la ma?ana. Ciertamente, ?l se distrajo un poco, pero ella no tenia por qu? frenar en seco ni, desde luego, escupirle todos los insultos del diccionario. Por ello, y para hacer soportables las tardes de aquel bochornoso verano, decide dedicarse «al acecho y aniquilaci?n moral de Sonsoles». Gracias al parte del seguro, consigue su tel?fono, lo que le permite varias llamadas disparatadas. Tambi?n se complace en espiarla, y as? conoce a su hermana Rosana, una turbadora adolescente de 15 a?os. Aunque el protagonista no tiene ninguna fijaci?n con las jovencitas, conserva un retrato de las hijas del zar Nicol?s II. Le atrae especialmente la duquesa Olga y a menudo se pregunta qu? debi? de sentir el bolchevique encargado de matarla. ?l, a su vez, experimentar? una poderosa atracci?n ante la c?lida sabidur?a de Rosana, y una debilidad que se revelar? mucho peor que cualquier accidente.
La flaqueza del bolchevique ser?a una novela absolutamente c?mica si no fuera por el car?cter inquietante que adquiere a medida que se complican las argucias del protagonista. Un ritmo ?gil permite a Lorenzo Silva una historia a caballo entre la comedia, la intriga y el melodrama. Pero acaso su mayor logro sea el retrato de Rosana, una n?nfula distinta de todas las n?nfulas, m?s all? de la generaci?n X, Y o Z y que hace flaquear -y perder el equilibrio- al lector m?s displicente.