En este volumen Mariategui alerta sobre la necesidad de un arte nuevo -acorde con el futuro revolucionario que despunta- no limitado a simples exploraciones y conquistas formales, ni a describir la realidad mediante los parametros de la estetica realista.La obra de Mariategui es una defensa apasionada de las vanguardias artisticas y muy especialmente del surrealismo o suprarrealismo. En este alegato se desprende una de sus concepciones mas profundas sobre lo literario: su capacidad para revelar los aspectos escondidos o usurpados de la realidad. La verdad literaria es ofrecer una nueva lectura de la realidad, librandose del bastion de la burguesia que no quiere que nadie cuestione su modo de representar el mundo.ALa calle, ese personaje anonimo y tentacular que la Torre de Marfil y sus macilentos hierofantes ignoran y desdenan. La calle, o sea, el vulgo; o sea, la muchedumbre. La calle, cauce proceloso de la vida, del dolor, del placer, del bien y del mal.A