Es cierto que no hay competidores fuertes a la vista. Incluso las antiguas personalidades brillantes se han ido. Zhirinovsky murió, Ksenia Sobchak recibió la ciudadanía israelí y ahora no puede ir a la presidencia. Y la estrella brillante de la izquierda, Pavel Grudinin, también cayó, y ni siquiera se le permitió ingresar a la Duma estatal. Así que se espera que las elecciones presidenciales sean extremadamente aburridas. Putin, debilitado física y moralmente descolorido, en la guerra con Ucrania se despegó y la gente no quiere votar por él, pero tampoco se ven competidores. El único oponente serio es Navalny. Pero él está en la cárcel por mucho tiempo.

  Los opositores más prometedores son los comunistas. Pero su anciano, enfermo y decrépito líder Zyuganov era débil incluso contra Yeltsin. ¿Y dónde debería ascender a la presidencia de Rusia a la edad de ochenta años? Otro tema es que las elecciones presidenciales no se realizarán con honestidad. Habrá voto electrónico, recursos administrativos y sorteo de papeletas.

  Entonces Putin, si no muere, y si no lo matan, lo arrastrarán al quinto mandato. Es poco probable que renuncie voluntariamente al poder. El ejemplo de Nazarbayev no inspira la jubilación anticipada. Más bien lo contrario. Tokayev primero presionó al clan Nazarbayev y luego devolvió el nombre anterior a Astana.

  No importa cómo se diga, nada bueno brilla en la Rusia de Putin. Si un joven republicano llega al poder en los Estados Unidos en lugar del anciano Biden, entonces Rusia y Putin personalmente se verán aún más presionados. Además, Nicolás II debería lanzar rápidamente una invasión contra Hitler.

  Todavía hay algo de intriga aquí. Si, a pesar de todo, Putin pierde las elecciones presidenciales en Rusia. Bueno, digamos que aparece su ruso Zelensky, o Ramzan Kadyrov se atreve a desafiar a su patrón, entonces ¿qué pasa con Nicolás II?

  ¿Tienen la misma esperanza de vida que Putin? Pero, ¿y si Putin pierde el poder pero sigue vivo?

  ¿Cómo entonces Nicolás II también perderá el poder o no?

  ¿Quizás salir voluntariamente? Pero el nieto-heredero todavía es demasiado pequeño. Como Tamerlán murió a la edad de sesenta y ocho años y su bisnieto, el heredero directo, era todavía un niño, y el imperio se vino abajo muy rápidamente.

  Sí, a veces los genios tienen que vivir eternamente. Pero mucho más a menudo otro gobernante morirá antes de tiempo. Por ejemplo, cuando Vladimir Putin moderó sus ambiciones, tuvo suerte. Pero cuando empezó a reclamar demasiado... Aunque Putin todavía tiene algo de suerte. Y la OPEP ha recortado la producción de petróleo, y la economía aún no se ha derrumbado, y la oposición en Rusia es débil. El mismo Zyuganov es un seis de bolsillo, pero no muere, y los propios comunistas no pueden eliminarlo de ninguna manera. Y de Suraikin no salió una nueva estrella, al contrario, su partido se partió y hasta perdió lo que tenía. Y en Yabloko, el nuevo líder Rybakov no se convirtió en una estrella. Y Slutsky es aún más leal que Zhirinovsky. Y hasta ahora, China no está presionando a Rusia, aunque podría eliminar muchas concesiones.

  Y los talibanes aún no están subiendo a Tayikistán, aunque ya era hora, mientras que las manos de Rusia están atadas por una guerra con Ucrania. Y el principal enemigo de Biden es un abuelo anciano y decrépito, y republicanos y demócratas se pelean.

  La suerte más importante para Putin es que no hay ninguna persona de la que la gente pueda decir: ¡si no es Putin, entonces éste! A menos que haya aparecido la estrella brillante de Ramzan Kadyrov, que puede movilizar a todos los musulmanes en su electorado. Pero Kadyrov también es muy leal al dictador. Así mientras Putin tiene suerte.

  Y si no conquistó Ucrania de inmediato al ritmo de una guerra relámpago, entonces porque él mismo es un tonto, un aficionado y la mediocridad en asuntos militares, sin escuchar los consejos de los profesionales. Cómo y por qué Putin, teniendo una suerte tan fenomenal, no restauró la URSS. En primer lugar, no quería, y en segundo lugar, porque era estúpido y mediocre. Tener suerte no es malo, sin duda, pero aún hay que hervir las bolas.

  Y Nicolás II, el Más Grande, y la suerte de Putin apareció fenomenal y las bolas están hirviendo. Aquí están los resultados, tan impresionantes y fantásticos.

  Sería mejor no darle buena suerte a Putin en la vida real. ¡Y al menos asegúrese de que el almirante Makarov no muera tan ridícula y completamente por accidente!

  . CAPITULO 2

  Oleg Rybachenko estaba un poco cansado por el trabajo duro y, después de enterrarse en un montón de nieve, cayó en un sueño profundo. Y soñó;

  También en Bielorrusia todo podría ser diferente. Aquí Vyacheslav Kebich , el gobernante de facto en ese momento de Bielorrusia, tomó y ordenó bloquear el registro de Alexander Lukashenko. Y esto no condujo a disturbios masivos. Bueno, algunos candidatos tienen más que otros. Como resultado, Zenon Pozniak avanzó a la segunda ronda contra Kebich . Y en la segunda vuelta, gracias al apoyo de Rusia, la odiosa reputación de Zenon Poznyak y su excesivo radicalismo, ganó Kebich y se convirtió en el primer presidente de Bielorrusia.

  El propio Lukashenka nunca llegó a la cima. Bielorrusia entró en la zona del rublo. Y empezó a andar la moneda rusa. Por un lado, esto es un plus, pero por otro lado, al igual que en Rusia, comenzaron a producirse retrasos en el pago de pensiones y salarios, lo que generó ciertos conflictos y malestar.

  Sin embargo, Kebich pudo mantener buenas relaciones con Occidente. Y Yeltsin tenía un aliado fiable, pero no tan radical. En Rusia, el curso de la historia ha cambiado un poco. A diferencia del agresivo Lukashenka, Kebich aconsejó a Yeltsin que no luchara en Chechenia. Y Yeltsin no envió tropas allí. En cambio, se basó en la oposición prorrusa. Sin embargo, la confrontación en Chechenia se prolongó. Y se puso fea. ¿Dónde están los dudayevitas , dónde están las otras fuerzas?

  Por extraño que parezca, la ausencia de una guerra en el Cáucaso benefició a Vladimir Zhirinovsky. El LDPR se ha mantenido como la principal y más popular fuerza de oposición en Rusia. Y la lucha principal en las elecciones presidenciales se desarrolló entre Zhirinovsky y Yeltsin. En principio, esto podría haber sucedido en la historia real si Vladimir Volfovich no hubiera apoyado la guerra en Chechenia y, por lo tanto, no hubiera perdido una parte significativa del electorado de protesta.