Los personajes de Los estados carenciales buscan como todos nosotros la felicidad a su manera. Tratan de no sucumbir a la rutina, de escapar de la mediocridad o de rehacer sus vidas con un poco de sentido. Ulises, abandonado por su mujer Pen?lope, vive con su hijo Tel?maco. Pen?lope es una dise?adora de moda que no se corta tanto como la Pen?lope de siempre cuando le sale al paso alg?n pretendiente. Al suegro de Ulises, Vili, su mujer le hace la vida imposible, y ?l busca la felicidad con optimismo y algunas ideas peregrinas, como montar una nueva Academia para ense?arles a una pandilla de infelices que la felicidad consiste, comod ec?a Plat?n, en hacer el bien. S?tira de los libros de autoayuda, meditaci?n sobre la felicidad, homenaje al mundo cl?sico… S?, todas esas cosas son y est?n en Los estados carenciales. Pero esta novela es, por encima de todo una divertid?sima f?bula sobre las debilidades y grandezas de la condici?n humana. ?ngela Vallvey tiene una prosa jugosa y directa, una capacidad po?tica deslumbrante, un sentido del humor que nos incita a la reflexi?n filos?fica sin que nos alcance el sue?o, la desaz?n o la pedanter?a, Tal vez este libro no nos permita saber si la felicidad consiste enhacer bien, o en desarrollar nuestras capacidades con la m?xima destreza, pero s? nos puede ayudar a mirarnos en el espejo con valent?a, con la dignidad que nuestra condici?n exige.