Texto construido desde una advertida ilusi?n documental y precedido de una nota donde el autor nos invita a leer sus j?venes palabras conjuntamente con otras dos novelas escritas con posterioridad (La flaqueza del bolchevique y El angel oculto) El urinario, de Lorenzo Silva, nos introduce en el territorio obsceno de dos cartas en las cuales la subjetividad de un exitoso y joven asesor bancario rumia sus frustraciones, sus fantas?as, sus sue?os y su cr?tica visi?n del mundo al que pertenece: `En casi todos los momentos se?alados de mi vida, ha habido un urinario`, confiesa el personaje, para completar, m?s adelante`[…] el urinario, donde se vierte la destilaci?n de toda la inmundicia del alma`. En efecto, la atm?sfera asfixiante del desencanto, la l?cida iron?a de la autocr?tica y los fantasmas que habitan en la escritura de las cartas, convierten esta novela-urinario en una gran met?fora que reproduce ese momento de intimidad por todos alguna vez (o frecuentemente) experimentado: cuando en la soledad de un peque?o cuarto, vac?o como una p?gina, arrojamos rabias, decepciones, ocultos e insatisfechos deseos… contra el rostro mudo que nos contempla, irremediable como la vida, desde el espejo.