Ninguna aventura en la historia ha sido mas crucial que la llegada de la carabela Santa Maria a las Americas en 1492, un acontecimiento que supuso un extraordinario ensanchamiento del mundo -para algunos incluso el comienzo de lo que hoy llamamos globalizacion- y el encuentro de dos mundos que se ignoraban. Pero, ?como se le ocurrio a Colon el insensato proyecto de llegar a Oriente por Occidente? Y, sobre todo, ?como consiguio convencer a los Reyes Catolicos para que financiaran la aventura, a pesar de la incredulidad y de las reservas de los politicos y los cientificos de la epoca? El relato de Colon en el Diario de a bordo -transcrito por Bartolome de Las Casas- nos descubre a un personaje fascinante y contradictorio, que pasa del entusiasmo a la desconfianza o a las especulaciones geograficas mas aventuradas (la confusion, por ejemplo, de Cuba por Cipango, el nombre que los europeos daban a Japon durante el Medioevo). Sin embargo, aunque en su persona se mezclen la maravilla ante el mundo desconocido, el piadoso deseo de evangelizar a los AsalvajesA y una manifiesta avidez de riquezas, Colon fue sin duda un explorador y un navegante increiblemente visionario.