Basilio, erudito y ecuanime rey de Polonia, ve morir a su esposa al dar a luz a su hijo Segismundo, que parece llegar al mundo Adando de su condicion indiciosA Convencido de que su heredero esta maldito, y de que su desdichado nacimiento es un signo de que en el futuro sera un monarca despiadado, decide explicar que el hijo murio junto con la madre y aislar completamente a Segismundo encerrandolo en una torre. Pero al cabo de los anos, el rey duda de los signos y, para comprobar si su hijo es digno de la libertad o confirma los peores augurios, urde una trama: liberar a Segismundo y otorgarle el trono, pero embriagarlo para que el joven no sepa si esta sonando o despierto. Asi, en caso de que deba volver al cautiverio, tan solo lamentara que su sueno no fuera mas que eso... Segismundo despierta de pronto en un mundo que ni siquiera sabia que existiera y descubre una identidad que ignoraba. Sumido en el aturdimiento y la inquietud, sospecha de todo lo que ve. A partir de esta intrincada anecdota, Calderon ofrece una de las reflexiones mas universales sobre la naturaleza de lo real y lo ficticio. Y es que, a pesar de la singular historia del personaje, la confusion y la incertidumbre de Segismundo recuerdan a las de cualquier hombre.